domingo, 25 de noviembre de 2007

RACISMO

El caso del racismo no ha sido indiferente para nuestra ciudad, en la que infortunadamente este factor se ha presentado de múltiples formas. Para quien asista ocasionalmente al estadio no le será indiferente el hecho de que cuando un jugador afro descendiente del equipo que juega de visita domina el balón, el estadio comienza a lanzar gritos de gorila con el fin de ofenderlo y provocarlo para que haga algo incorrecto y termine siendo expulsado.

Igualmente se dan casos en las universidades de Cali puntualmente en ICESI, universidad que es reconocida por ser una de las mejores de la ciudad, pero que no se logró escapar del absurdo fenómeno del racismo.

Fue así como el pasado 10 de Octubre Lorena estudiante de Ingeniería Industrial, ha sentido violentada su integridad como persona al ser rechazada en un grupo de compañeros de clase por el simple hecho de ser negra.
La joven llego tarde a clase ese día por que estaba solucionando un problema de carácter urgente.
Llega al salón y grande fue su sorpresa que había que hacer un trabajo grupal para entregar a los ocho siguientes. Sus amigos ya tenían grupo y solo se permitían grupos de a cuatro personas y por desgracia solo habían dos grupos incompletos. No sabía en cual estaría peor. _ dice Lorena

Al parecer los jóvenes de quinto y sexto semestre de Diseño Industrial que casi no se relacionaban con sus compañeros de grupo, puesto que desde el primer día de clase formaron una especie de “combo”, donde solo eran ellos y nadie más. Se acerca a ellos y les pregunta ¿Me puedo hacer con ustedes para este trabajo? Todos se miran entre si y la excusa que le dieron fue que “ya el grupo esta completo, y que por que se hace en otro grupo para que no se quede sola como un hongo (y les da una risa burlona). El hecho no es lo que dijeron sino el tono, la forma despectiva en que me hablaron. Dice _ Lorena.

Lorena al principio dio caso omiso a lo dicho, por que pensaba que ellos estaban esperando a otra persona par que se hicieran con ellos, de igual forma encontró otro grupo. Pero grande fue la sorpresa para Lorena que a los ocho días después ya para la entrega del trabajo y exponer el tema, los mismos tres jóvenes que la habían rechazado aun eran los mismos tres integrantes del grupo.
La joven no le dio mayor importancia a lo sucedido, pero sin embargo el tema le preocupo enormemente por que quisiera o no, tenía que convivir con ellos lo que quedaba de semestre.

El racismo o discriminación racial, es entendido como una violación a los
derechos humanos que consiste en la discriminación de las personas en razón de su pertenencia étnica o racial, de modo tal que unas se consideran superiores a otras[1], su origen se remonta hacia la época en que los europeos se expandieron con intenciones de colonizar territorios y comenzaron a encontrarse con diferentes razas a la suya.

Así pues, desde ese entonces hasta nuestros días el racismo se ha mantenido en nuestra sociedad, recordando aquellos tiempos en los que los españoles vinieron a tierras americanas en busca de nuevas tierras y terminaron sometiendo a nuestros ancestros aludiendo que ellos eran una raza superior a lo nuestra.

El pensamiento social sostiene que las diferencias individuales y grupales en características psicológicas y sociales, son resultado de la desigualdad económica, la clase social, o de la opresión de las clases trabajadoras en una sociedad capitalista.
Por lo que se excluye la consideración de factores biológicos o genéticos en la explicación de las diferencias conductuales entre humanos. Esta posición ve el concepto de la raza como una invención social creada por aquellos con poderes económicos y políticos para justificar la división y la opresión de las clases desfavorecidas.


Es triste ver como día a día antivalores como el racismo siguen predominando en nuestra vida cotidiana y en lo que se supone es una sociedad cada vez más desarrollada y civilizada. El problema queda en entredicho cuando se dejan ver aspectos como éste que traen consigo debilidades al momento de aceptar y reconocer a cada miembro de la sociedad incluyendo su diversidad de raza, credo y cultura en general.

Los resultados fueron contundentes y me asegure en las encuestas desarrolladas en el campus de la universidad ICESI y con el testimonio de Lorena. Un 90% de los jóvenes encuestados aseguraron que en su estancia en la universidad, bien sea por ellos o por alguien cercano, han sentido el racismo presente en la universidad, en especial por ciertos individuos, que se creen d mejor estatus social y ven inferior al que no es bonito, al que no tiene carro ultimo modelo, al que no se le parece a ellos.
Igualmente ellos consideran que más que un problema de la institución, es un problema de valores inculcado en los hogares de quienes lo hacen, pues es poco lo que puede hacer la universidad para ayudar a superar esta situación.

La crisis de valores a la que se hace referencia viene desde los hogares, al igual que todo aquello que trasmiten los medios de comunicación, es una crisis que surge como resultado de una sociedad que día a día defiende la ley en la que se impone el más fuerte, una ley voraz que acaba poco a poco con ese ideal de equidad que muchos desean.
El racismo no se lleva en la sangre, ni se hereda al momento de nacer, este tipo de conductas se aprenden en el proceso de crecimiento, en la familia, en la escuela, en la calle, en todo lo que se escucha, en el lenguaje cotidiano. Lo más preocupante aún es que todo se aprende imitando el comportamiento de los mayores.

Difícilmente se puede llegar a encontrar una única causa del racismo ya que son múltiples las formas en que puede generarse, tanto por problemas sociales y económicos, creencias ideológicas y religiosas, como por sentimientos de temor ante amenazas a la identidad comunitaria, entre otras.


Por otra parte, es claro que en la lucha contra el racismo y la discriminación, es necesario que la juventud se comprometa a terminar con las desigualdades, algo utópico pero posible. Para cambiar las actitudes es necesario educar y concienciar a la sociedad. Una forma seria inculcando desde el hogar, los colegios, universidades y en el trabajo lo incorrecto que eso es y el mal que eso trae consigo.
En muchos casos, el racismo es una respuesta racional para defender privilegios. La educación por sí misma no cambiará el conflicto de intereses que lo hace funcionar y reproducirse.

¿Será posible que una sociedad continúe “evolucionando” y “mejorando” el nivel de vida de sus habitantes con problemas de fondo tan despectivos con el racismo?
Son siglos los que han pasado desde su conocimiento y así mismo hemos expandido nuestras mentes para ciertos campos, desastrosamente no hemos logrado aplicar esa expansión a todos los campos y ese podría llegar a ser el problema que nos condene a vivir en una sociedad de privilegios para unos y desdichas y rechazos para otros.

Sólo comprometidos con nosotros mismos, y entendiendo que el color de piel, al igual que otras variaciones dentro de lo magnífico que es el ser humano, no tienen porque ser factores para juzgar a nuestros semejantes, estaremos avanzando por los senderos de la evolución verdadera, una evolución comprometida con la equidad y el desarrollo de toda la sociedad. El cambio se hace con hechos y no sólo con palabras y desde nuestra universidad es posible empezar a forjar un mejor futuro.